Comunidad

Responsabilidad social corporativa: cómo hace Timken para que nuestro mundo avance

Una pasante utiliza el tren para el trayecto de ida y vuelta hasta su trabajo de verano. Una pareja que está a punto de tener un bebé compra una camioneta híbrida en anticipación a la llegada del nuevo integrante de la familia. Una persona quiere adquirir una vivienda por primera vez en su vida y busca un hogar que utilice energía renovable. Los consumidores son cada vez más conscientes del impacto que generan en el mundo que los rodea, y eligen hacer negocios con empresas que también tengan esta conciencia.

Se trata de una tendencia que trasciende la experiencia del consumidor: también marca dónde desean trabajar las personas, en qué les conviene invertir a los inversionistas y qué objetivos deben perseguir las empresas en materia de innovación técnica, sustentabilidad ambiental y participación en las comunidades.

Hoy en día, muchos definen esta consciencia como responsabilidad social corporativa (RSC). John Timken, Director de la Junta Directiva, señala que “se trata de sentido común, y es la forma en la que siempre hemos operado. Para nosotros, todo gira en torno a hacer lo correcto”.

Timken ha publicado su primer informe para medir el estado de la empresa en función de prácticas y puntos de referencia de gran aceptación, incluidos los Estándares GRI para el informe de sustentabilidad. Timken comparte públicamente la situación de la empresa en un esfuerzo global por convertirse en un ciudadano corporativo extraordinario. También brinda un punto de referencia para medir el progreso futuro en materia de responsabilidad social ante los empleados, el entorno y las comunidades en donde opera Timken.

“Este informe representa quiénes somos y cómo operamos”, indica Rich Kyle, Presidente y Director General de Timken. “Invertimos en nuestras comunidades, cuidamos el medio ambiente, tratamos a las personas con respeto y nos orgullecemos de hacer lo correcto”.

“Los accionistas que nos siguen de cerca ya conocen esta faceta nuestra, y están al tanto de los hitos alcanzados, por ejemplo, el reconocimiento de Timken como una de las empresas más éticas del mundo en nueve ocasiones”, explica Shelly Chadwick, Vicepresidente y Directora de Contabilidad de Timken. “Este informe nos permite formalizar nuestro compromiso con la RSC y contar en detalle cómo toda nuestra organización interactúa con el mundo tanto social como ecológicamente. Revela que somos una empresa a la que le preocupan muchas otras cosas además de las ganancias”.

Shelly Chadwick, Vicepresidente de Finanzas, es miembro fundador de Zonta International y forma parte de las juntas directivas de Battered Women’s Shelter of Summit/Medina Counties y de la fundación Corey Kluber Foundation.

Ofrecemos un entorno seguro en el que los empleados puedan prosperar y contribuir

El núcleo del compromiso de cualquier empresa con la responsabilidad social corporativa reside en cómo trata a sus propios empleados. En Timken, esto puede resumirse en una sola palabra: respeto.

“Tratamos a los empleados con respeto, y esto comienza garantizando su seguridad”, expone Rick Boyer, Vicepresidente de Operaciones.

“En el sector de fabricación, decimos que queremos que nuestros empleados salgan del trabajo en la misma condición en la que llegaron”. Se trata de una meta que se toma muy en serio en toda la organización. A modo de supervisores de la seguridad local, los empleados del área de fabricación en planta forman parte de un programa en el que pueden recomendarles a sus colegas formas más seguras y ergonómicas de realizar sus trabajos. De manera global, el grupo de seguridad, salud y medio ambiente (EHS, por su sigla en inglés) evalúa las instalaciones y lleva a cabo auditorías para garantizar que las plantas cumplan con los estándares ISO de salud y seguridad ocupacional.

En los casos excepcionales de tiempo perdido por accidentes, el equipo gerencial local realiza un análisis exhaustivo de la causa raíz e implementa medidas para prevenir la reincidencia. “Estos informes se someten a una revisión a cargo de cada nivel gerencial, incluido el Director General, que participa activamente en la crítica de las acciones correctivas, lo que puede implicar plantear preguntas como las siguientes: ‘¿Esta respuesta fue lo suficientemente firme?, ¿Hicimos lo suficiente?’”, observa Boyer. “Siempre actuamos para garantizar que no vuelva a suceder algo similar en ninguno de los establecimientos globales”. Este enfoque ha llevado a Timken a posicionarse de forma constante dentro del cuartil superior por un índice bajo de tiempo perdido por lesiones entre los empleadores metalúrgicos de EE. UU.

En 2018, Timken alcanzó el segundo índice más bajo de tiempo perdido por accidentes (LTA, por su sigla en inglés)* en sus 120 años de trayectoria. Casi el 75 % de las instalaciones de Timken no registraron un índice de LTA, y las lesiones graves se redujeron en un 52 % desde 2009.

Si bien la seguridad de los empleados es de máxima prioridad para Timken, la empresa también invierte en sus empleados y apuesta a la diversificación de la fuerza laboral. Esto genera beneficios para ambas partes. Los empleados se comprometen más cuando se sienten incluidos, valorados y recompensados. Por su parte, los empleadores pueden retener a excelentes empleados que aportan perspectivas diversas.

Protegemos el planeta con la innovación de Timken

Timken es una parte fundamental de muchas industrias en las que los rodamientos y los productos de transmisión de potencia tienen un impacto significativo en la sustentabilidad de una operación. Las soluciones de Timken reducen el consumo de energía y combustible en aplicaciones tradicionales como vehículos comerciales, lo que ayuda a los clientes a reducir su huella de carbono. La influencia de la innovación de Timken en la viabilidad de fuentes de energía renovable como la energía eólica y la energía solar también va en aumento: Timken es el proveedor de rodamientos preferido para las turbinas eólicas más grandes del mundo, y Cone Drive de Timken es un proveedor líder de transmisiones de rastreo solar para las plantas termosolares más grandes del mundo.

Los rodamientos de Timken se usan dentro del prototipo de una turbina eólica sin precedentes para uno de sus principales clientes. Se trata de la primera turbina eólica de 12 MW en el mundo, capaz de dar energía a 16.000 hogares europeos por sí sola.

En cuanto a sus propias operaciones, Timken se concentra en cuatro áreas principales en materia de responsabilidad ambiental: la energía; las emisiones atmosféricas; el manejo de los desechos; y la prevención, el control y las medidas correctivas en caso de derrames.

“Para operar de forma sustentable, se requiere el compromiso tanto de la empresa como de los empleados”, expresa Boyer. “El grupo de EHS establece parámetros dentro de estas cuatro categorías para todas nuestras instalaciones, en función de los estándares ISO de gestión ambiental, y se alienta a los empleados de todo el mundo a que piensen de manera innovadora y actúen en consecuencia”.

Y lo hacen. Por ejemplo, los empleados de la planta de fabricación de rodamientos de Timken en Chennai, India, redujeron la huella de carbono de la fábrica en 1,5 millones de kilogramos por año al instalar un panel solar de 1,28 megavatios en el techo. Las soluciones como esta conservan la energía y limitan el impacto ambiental del proceso de fabricación en las comunidades locales.

Invertimos en oportunidades para hacer avanzar a nuestras comunidades

Respetar a la naturaleza en los lugares en los que Timken fabrica sus productos es solo uno de los aspectos del compromiso que tiene la empresa con la comunidad. Las obras de beneficencia de la empresa comenzaron en 1922 con donaciones para United Way, una organización con la que Timken sigue colaborando en la actualidad. Timken ha crecido globalmente, y también han crecido sus esfuerzos por retribuir a todas las comunidades en las que opera. El año pasado, Timken otorgó USD 1,5 millones para respaldar a las organizaciones sin fines de lucro en EE. UU. a través de The Timken Company Charitable and Education Fund (el Fondo de Timken), financiado exclusivamente por The Timken Company. Desde la creación del Programa de becas de Timken en 1957 hasta 2018, el Fondo de Timken también ha donado más de USD 23 millones en concepto de becas universitarias.

El Programa de becas de Timken de 2018 respaldó a los hijos de empleados en cuatro continentes y seis países diferentes: Alemania, China, EE. UU., Francia, India y Polonia. Cinco de los 17 becados posan junto a John Timken, Director de la Junta Directiva, en la sede central mundial de Timken.

La influencia y el impulso de las donaciones de Timken nacen de sus empleados, ya que, como residentes de una comunidad, son los que mejor conocen las necesidades y prioridades de sus propios vecinos. En EE. UU., los empleados de Timken dedican miles de horas de voluntariado a brindar asistencia en organizaciones benéficas personales y eventos patrocinados por la empresa con el fin de mejorar el acceso local a recursos para cubrir las necesidades básicas, educación y prosperidad económica. Además, a través del Programa de donaciones complementarias en EE. UU., la empresa dona un dólar por cada dólar que donen los empleados, con un máximo anual de USD 2000 por empleado, a organizaciones benéficas elegibles que cuenten con el respaldo de los empleados.

Incluso en países donde los gobiernos exigen que las corporaciones realicen donaciones, los empleados de Timken tienen una participación activa en la selección de los proyectos con los que colabora la empresa. En 2018, los empleados en India eligieron asignar fondos a la mejora de los recursos médicos y educativos en comunidades desfavorecidas. En Brasil, los empleados optaron por ayudar a un hospital en el que se trata el cáncer infantil.

El gobierno hindú exige que las empresas que operan en el país, y que tienen ingresos anuales superiores a los USD 150 millones, donen el 2 % de sus ganancias netas a organizaciones benéficas. Los empleados de Timken colaboran para poner en movimiento estos fondos.

“Desde el punto de vista personal y corporativo, para nosotros es importante forjar vínculos mutuamente simbióticos dentro de nuestras comunidades, ya que todos tenemos algo en juego”, comparte Montgomery. “Si una empresa es exitosa, contribuye a la prosperidad de la comunidad. A su vez, si la comunidad es próspera, la empresa se fortalece. Las personas se benefician tanto social como económicamente”.

Nos tomamos muy en serio nuestra responsabilidad en todos los niveles de nuestra empresa

A principios de este año, en la reunión anual de la empresa, John Timken habló con los accionistas sobre la “responsabilidad experta” y la “integridad incomparable” del equipo gerencial de Timken.

“A medida que seguimos creciendo, nos mantenemos firmes en nuestro compromiso de hacer del mundo un lugar mejor a través de nuestros productos, servicios y acciones”, declaró. “Hacemos negocios con un nivel inquebrantable de ética e integridad, y nos manejamos con un fuerte sentido de la responsabilidad social”.

No es necesario ir muy lejos para buscar ejemplos. Por orden de Rich Kyle, Presidente y Director General, y de la Junta Directiva de Timken, en 2019 la empresa creó un comité directivo de RSC interfuncional para supervisar y evaluar las actividades de RSC, formalizar un programa de RSC y recomendar estrategias continuas.

El comité responde ante el equipo de liderazgo ejecutivo y la Junta Directiva de Timken, que está compuesta por mujeres en un 27 por ciento y que recientemente fue reconocida con una distinción especial por 2020 Women on Boards, que se dedica a aumentar el porcentaje de mujeres que componen las juntas directivas de las empresas de EE. UU.

Como los líderes de Timken ponen en acción la filosofía de la responsabilidad social, la empresa sigue resultando atractiva para empleados que comparten convicciones similares. Se trata de una combinación en la que la ética y la integridad representan valores centrales para la empresa, más que una directiva impuesta por los líderes.

“Las tendencias cambiantes han hecho que aumente en las personas el deseo de tener un sentido de propósito en su trabajo y de colaborar con los empleadores y colegas que se preocupan por las sustentabilidad”, articula Montgomery. “Hace poco hablé con un ingeniero contratado recientemente en Europa que se encarga de brindar apoyo a nuestros clientes del sector de la energía eólica. Quería trabajar para una empresa que respaldara la pasión que siente por la energía renovable. Cuando se unió a Timken, se enteró de que cuatros de nuestros ingenieros que trabajan en Alemania no tienen vehículos personales debido a su impacto ambiental. En ese momento, supo que estaba en el lugar indicado”.

Para Chadwick, que se encarga de los asuntos financieros de la empresa, el respaldo económico de las iniciativas que figuran en el informe de RSC es un elemento fundamental. “Invertir en nuestros empleados, en las comunidades y en el medio ambiente tiene un costo”, precisa. “Sin embargo, al igual que otros líderes de Timken, pienso que se compensa con el valor de conservar nuestra reputación como un lugar en el que las personas quieren trabajar y los inversores quieren invertir y con el orgullo de que los clientes y las comunidades se sientan bien por el vínculo que establecieron con nosotros”.

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