Producción de alimentos 4.0

Se espera que el mercado mundial de equipos para la industria de alimentos y bebidas alcance los $76 mil millones en 2026, frente a los $58,3 mil millones alcanzados el año pasado. Tres tendencias impulsan este crecimiento: hay más personas que alimentar, prefieren alimentos saludables pero convenientemente empacados y está surgiendo nueva tecnología para satisfacer esas demandas.

Alimentar al mundo es una tarea crucial, actualmente posible con la ayuda de sistemas cada vez más automatizados en las principales fábricas de alimentos del mundo. Los sistemas de lubricación automática de Groeneveld-BEKA respaldan la producción segura y eficiente de productos básicos como cereales, verduras y productos enlatados.

Los expertos en grasas Groeneveld y BEKA se unieron a Timken en 2017 y 2019, respectivamente, y combinaron 146 años de experiencia para convertirse en el segundo productor más grande del mundo en sistemas de lubricación automática, gestión de fluidos y sistemas de soporte de seguridad.

“Nuestras soluciones se centran en aumentar automáticamente la productividad de las máquinas”, afirma Robert Kroupa, vicepresidente de la división Industrial de Groeneveld-BEKA en Norteamérica. “Lo que hacemos significa que se pueden producir más alimentos en menos tiempo, utilizando menos recursos”.

Conexión al “Internet de las cosas” de los alimentos

Como muchas industrias, el procesamiento de alimentos ha adoptado conceptos de Industria 4.0 como la digitalización y la automatización. En esta configuración, los sistemas de lubricación automática actúan como el cerebro y la fuerza detrás del engrase adecuado del equipo. Estos sistemas saben cuándo es el momento de engrasar y efectivamente lo hacen, con poca intervención de los profesionales de mantenimiento.

Los dispositivos de lubricación automática a menudo se comunican directamente con los principales sistemas de control de una instalación de alimentos para recopilar datos y refinar los procedimientos de lubricación.

Eso es lo que los ingenieros de Groeneveld-BEKA propusieron recientemente a un productor de cereales de Norteamérica que deseaba reducir el consumo de aceite en las bandas transportadoras que trasladan cereales a través de enormes hornos de cocción.

Cuando el controlador del horno lo necesita, el sistema de lubricación progresiva BEKA® EP-1 envía automáticamente grasa de grado alimenticio a cada cadena transportadora, de forma independiente. Si una cadena en el sistema no requiere engrase, una válvula de tres vías la envía de vuelta a un depósito para que se distribuya más tarde.


El sistema de lubricación progresiva Groeneveld-BEKA® EP-1 utiliza una bomba, una línea principal y distribuidores de alta ingeniería para entregar cantidades precisas de grasa apta para alimentos a cada punto de fricción específico en una operación de procesamiento de alimentos.


Los controles electrónicos monitorean la presión, los niveles de grasa, la finalización de los ciclos de lubricación y más. Estos controles envían alertas al equipo de mantenimiento cuando se necesita una intervención.

Kroupa afirma que el cliente informó una reducción del 65 % en el consumo de aceite desde que instaló los sistemas EP-1. “Ha mejorado su sustentabilidad y ha reducido significativamente los costosos gastos de una lubricación de grado alimenticio”, agrega Kroupa.

En Europa, Groeneveld-BEKA personalizó una solución diferente para extender la vida útil de la cadena y el tiempo de actividad en el equipo de corte utilizado por un procesador de vegetales. El sistema utiliza una bomba de aceite, piñones de lubricación y una pequeña computadora, llamada controlador lógico programable (PLC), para enviar automáticamente aceite a los puntos de fricción del eje de la cadena. Esto reduce el consumo de aceite y mejora la eficiencia del mantenimiento.

La automatización precisa protege a trabajadores y consumidores

En las operaciones de envasado y embotellado, las bandas transportadoras necesitan lubricación para reducir la fricción entre la correa y los contenedores de alimentos y bebidas. El agua jabonosa a menudo se usa como lubricante, pero sus desafíos son triples: facturas de agua altas para los productores, daños potenciales a los embalajes de papel y riesgo de resbalones para los trabajadores.

Kroupa señala que Groeneveld-BEKA puede eliminar el agua utilizada en las bandas transportadoras mediante productos de “lubricante seco”. “Es como un spray para cocinar a base de silicona que aplicamos con una brocha que le da a la banda transportadora poca fricción para una mayor eficiencia”, sostiene Kroupa. “Reduce el consumo de agua, no daña el embalaje y elimina los riesgos de resbalones y caídas para las personas que trabajan en la instalación”.

La experiencia y la oferta de productos de Groeneveld-BEKA también protegen a los consumidores. Si bien en las aplicaciones de procesamiento de alimentos solo se utilizan lubricantes de grado alimenticio, la precisión es fundamental para evitar un posible “exceso de rociado” que puede llegar a alimentos y bebidas, y afectar el sabor.

“Si bien todavía es comestible, debemos tener mucho cuidado con la forma en que se aplican los lubricantes”, explica Kroupa. En una ocasión, su equipo personalizó un sistema para eliminar el exceso de rociado en un proceso de horneado de masa de pizza para una importante cadena de restaurantes de comida para llevar. “La gente espera el sabor de sus comidas favoritas. Es nuestro trabajo ayudar a garantizar que tengan el mismo sabor cada vez”.


“Nuestras soluciones se centran en aumentar automáticamente la productividad de la máquina. Lo que hacemos significa que se pueden producir más alimentos en menos tiempo, utilizando menos recursos”.

Roberto Kroupa
Vicepresidente de la división Industrial de Groeneveld-BEKA de Timken en Norteamérica


Las soluciones inalámbricas redefinen el “mantenimiento manual”

Incluso las operaciones de procesamiento de alimentos menos complejas y no conectadas en red encuentran valor en las soluciones de lubricación automática de menor alcance. Groeneveld-BEKA se encuentra en las etapas finales de perfeccionamiento de nuevos lubricadores monopunto, donde el único “mantenimiento manual” requerido son unos pocos golpes en la pantalla.

“Es perfecto para lubricar un rodamiento a 6 metros (20 pies) de altura, donde nadie quiere subir para realizar el mantenimiento”, comenta Kroupa. “Es una alternativa excelente y segura al mantenimiento manual”.

A medida que las operaciones de procesamiento de alimentos del mundo crecen y se vuelven más sofisticadas, las soluciones de Groeneveld-BEKA evolucionan continuamente para mejorar la seguridad de los trabajadores y los consumidores, las operaciones eficientes y el suministro confiable de alimentos básicos para la cocina.


Los productores de alimentos y bebidas, y los fabricantes de equipos también se comunican con Timken para obtener rodamientos y otras soluciones de transmisión de potencia. Conozca más sobre los productos de Timken en la producción de alimentos a gran escala.